La propiedad cuenta con una parcela de aproximadamente 14 hectáreas y una casa de campo de dos plantas, además de una casa de invitados y una piscina infinity rodeada de una cuidada zona ajardinada.

La casa principal, construida al más puro estilo de cortijo andaluz, tiene unos 90 m² por planta. En la planta baja se encuentran dos entradas: una trasera que da al pasillo y la entrada principal que accede a un hall. También dispone de un cuarto de máquinas, lavadero, trastero, un salón con grandes puertas que dan acceso a la zona exterior empedrada y un baño con ducha. La cocina-comedor es amplia y funcional, y cuenta con una pequeña salita anexa equipada con una estufa de leña. En la segunda planta se encuentra una salita con chimenea que tiene dos balcones con preciosas vistas hacia el valle, además de un dormitorio muy amplio con vestidor y un baño con ducha.

La casa de invitados es una construcción de dos plantas, con unos 30 m² por planta. En la planta superior dispone de un dormitorio doble y un baño con bañera, mientras que en la planta baja se encuentra un trastero.

La zona exterior de la casa tiene un empedrado en el porche, una preciosa arcada que da acceso a las construcciones y la zona de la piscina infinity con solárium, así como una terraza situada sobre un gran aljibe.

El terreno tiene una pendiente suave y está parcialmente cubierto por olivos centenarios en la parte alta de la finca. El acceso es cómodo, con carretera hormigonada hasta la entrada y caminos internos también hormigonados que llegan hasta la casa. La finca está vallada en su totalidad, además de contar con una valla que protege el perímetro de la casa principal, la casa de invitados y la piscina.

La propiedad tiene orientación suroeste, lo que garantiza una excelente luminosidad y vistas espectaculares del paisaje andaluz. Es una oportunidad ideal para quienes buscan tranquilidad en plena naturaleza, con el encanto de la Serranía de Ronda.