Esta finca rústica, ubicada entre Sant Miquel de Campmajor y Porqueres, se destaca por su entorno rural y pintoresco en la provincia de Girona, Cataluña. Zona destacada por su encanto rural y su conexión con la naturaleza, estas dos localidades ofrecen servicios locales a la par que brindan la serenidad del entorno rural.

Con una extensión considerable de 32 hectáreas, la finca comprende áreas destinadas a diversos usos, como cultivos, prados y posiblemente bosques. La distribución del terreno contempla zonas para cultivo agrícola, espacios ganaderos y áreas dedicadas a la recreación, turismo rural y disfrute al aire libre.

El entorno natural circundante ofrece vistas panorámicas a colinas, campos y posiblemente cuerpos de agua cercanos, como arroyos o pequeños embalses. La presencia de flora y fauna autóctona contribuye a la biodiversidad y embellece el paisaje.

Con acceso a través de caminos rurales, la finca proporciona privacidad y conexión con la red de carreteras que enlazan con los pueblos cercanos y otras áreas de interés.

La casa en la finca, construida en 2008, cuenta con infraestructuras modernas y comodidades actuales, combinando elementos tradicionales con toques contemporáneos. Distribuida en dos plantas, ofrece un total de 680 metros cuadrados de espacio habitable.

Con un total de 5 habitaciones, la vivienda proporciona versatilidad para dormitorios, oficinas, salas de estudio u otros usos según las necesidades de los residentes. En cuanto a las instalaciones sanitarias, la casa dispone de 3 baños completos, asegurando comodidad y privacidad.

Además, la vivienda incluye comodidades como una cocina moderna y totalmente equipada, salas de estar espaciosas, una chimenea para las estaciones más frías y ventanas panorámicas que permiten disfrutar de las vistas naturales circundantes.

El amplio garaje de la propiedad ofrece espacio para varios vehículos y puede utilizarse para almacenar herramientas, equipos de jardín o convertirse en un taller.
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