Finca con licencia vacacional en un entorno único debido a su tranquilidad y paz. Detrás de las montañas de Artà se encuentra esta preciosa Finca de 17.000mq de terreno y una casa de 474mq forrada completamente de piedra, al estilo mallorquín. Tan sólo llegar a la finca a través del caminito que conduce por encima de la montaña hasta un valle en el cual se encuentra la finca, es una sensación de entrar a un mundo de paz y naturaleza. El único ruido son los cencerros de las ovejas y el piar de los pájaros. Cuatro dormitorios y tres baños, piscina, terrazas, garaje, almacén y cuarto de máquinas forman la casa. Aunque algo a destacar es su detalle de la entrada o hall detrás de un portal de madera maciza. Se nota que esta casa está hecha con mucho cariño porque otros detalles cómo la canaleta de agua o los grifos de agua tienen un remate especial. El Agua viene de un pozo y se guarda en una cisterna, la corriente llega hasta la finca y las aguas sucias van a la propia fosa séptica. Calefacción central. Realmente una finca con unas cualidades únicas gracias a su ubicación, vistas al mar y sobre todo, su licencia vacacional.
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