Las arquitecturas de la estación, así como las del resto de los edificios de la línea férrea de la Marina, pertenecen a las propuestas de la época: arquitecturas de catálogo realizadas por ingenieros conocedores del oficio de construir que silmultaneaban las estructuras tradicionales de muros de carga con forjados y cubiertas en estructuras de madera, incorporando el hierro en los lugares más emblemáticos de estos edificios, a la vez que en los elementos de tecnología punta en la época, como los viaductos construidos con vigas de gran luz realizadas con hierro roblonado, o bien en cerchas y pilares de determinados edificios industriales como fue el caso de tinglados y talleres.Llamada en su momento ?Gran Hotel la Marina?, fue para la época un lujoso edificio que otorgó el carácter de modernidad necesitado tras incorporar Altea al sistema más moderno de comunicaciones que existía en ese momento.
El edificio sigue las líneas de los edificios de la época, en este caso se desliga en parte de los edificios de catálogo de la estación y se construye con el lenguaje propio de la época, el modernismo, del cual es el mejor ejemplo que poseemos en Altea.